- El Judo Ucevista on line:
A la memoria del Senseí - Víctor Julio Urbina Ortega
- 1952-1998
Lesiones de la piel
por el Dr. José Manuel Martín G.
Las zonas cálidas y húmedas del cuerpo constituyen un verdadero paraíso para los hongos y levaduras. Por ello, en un clima como el nuestro y en un individuo como el adolescente que practica un deporte de acción como el judo, es frecuente que las pequeñas lesiones de la piel, aunadas al calor y al sudor, permitan la entrada y colonización de hongos y levaduras causantes de diversas enfermedades de la piel. Comentemos algunas de ellas:
TINEA PEDIS o PIE DE ATLETA: Se observa casi exclusivamente en adolescentes en edad post-puberal. La forma más común de aparición consiste en vesículas y erosiones en la planta de uno o ambos pies. A veces se observan fisuras entre los dedos de los pies con algo de picazón. Debe diferenciarse de la dermatistis alérgica.
TINEA CRURIS: Se caracteriza por una erupción escamosa y enrojecida en los pliegues inguinales y en la cara interna de los muslos, con picazón o sensación de ardor.
ONICOMICOSIS (Infección de las uñas por hongos): Los datos típicos para diagnosticar esta afección son el engrosamiento y aparición de un tinte amarillento en la uña. Generalmente aparece en los dedos de los pies y puede coexistir con TINEA PEDIS.
El conocimiento de los elementos favorecedores a la aparición de estas enfermedades es fundamental para prevenir la infección, así como las normas de higiene y secado adecuado de los pies. El tratamiento hasta por 15 días o un mes luego de curadas las lesiones es importante para evitar la recidiva (nueva aparición de la enfermedad).
Cuando no se obtiene la curación con el tratamiento local habitual, el médico debe tomar un cultivo de las lesiones para decidir una terapéutica adecuada o reconsiderar el diagnóstico.
Por otra parte, en el caso particular de las enfermedades por hongos en las uñas, históricamente siempre ha sido difícil y con poco éxito. Aun con los procedimientos y medicamentos más modernos, siempre se requiere por lo menos de seis meses para lograr la curación., además de requerir un seguimiento médico más minucioso.