- Año de Creación: 1958
- Director: Humberto Luque
- Ubicación: Plaza Cubierta El Rectorado Nivel Pasillo.
Deficiencia presupuestaria afecta labor del comedor universitario
Más de seis mil estudiantes por día hacen uso del comedor universitario. Entre tanto, la Oficina de Bienestar Estudiantil, OBE, recibe apenas 178.000 bolívares por presupuesto regular, de los más de 420.000 que efectivamente se gastan para cubrir la demanda. Por otro lado, existen necesidades de personal y de infraestructura, además de los indeseados conflictos con algunos proveedores que influyen en el servicio.
Sara Vera, Directora (e) del Comedor Universitario, describe la situación presupuestaria que embarga a la universidad y que afecta el funcionamiento del comedor.
Destaca que los 178.000 bolívares que se otorgan, no alcanza para cubrir los gastos semanales que se requieren para atender a la comunidad universitaria. “El servicio del comedor llega a gastar hasta 450.000 bolívares por semana, lo que necesariamente obliga a estar en permanente deuda con los proveedores”. Deja claro que aunque muchos de estos entienden la situación económica de la Universidad, suelen retrasar la entrega de productos. Sin embargo, sostiene que OBE hace esfuerzos para que la “despensa universitaria” esté al día.
Afirma que pese a la deuda de más de seis millones de bolívares que viene acarreando OBE con los proveedores desde el mes de abril, “el comedor se ha mantenido abierto”. No obstante, afirma que la OPSU recientemente otorgó un “crédito adicional de 3.500.000 de bolívares, para cancelar el 50% del compromiso”, pero que aún faltan más de 4.000.000 de Bs. para cubrir lo que resta del año.
Otras complicaciones
A juico de Vera, la infraestructura, y en especial la impermeabilización del techo, sufre un desgaste importante, lo que causó la suspensión de una “taquilla desde hace ya bastante tiempo”, y en consecuencia, se viene ocasionando retraso en el servicio.
Por otro lado, el daño de equipos por su constante uso también genera retardo. Por otra parte, la compra de comida, aunque implica un delicado proceso, puede resultar todo un problema. Explica que cuando se dañan alimentos, se mantienen estrictamente refrigerados y fuera de toda posibilidad de incluirlos en el menú, mientras se soluciona el litigio con el proveedor.
“Tratamos, por una parte, de garantizar la salud de la comunidad universitaria, y por la otra, disminuir el riesgo de perder la inversión”, asegura.
