Noticias de la Dirección de Información y Comunicaciones (DIC)

Del “Long tail” a la cola de los bachacos venezolanos

12/02/2015 15:57 Age: 9 años
By: María Josefina Mas DIC/UCV
Dra. María Mas Herrera

Dra. María Mas Herrera

 

La crónica narra que la noción de negocios mundialmente conocida como The Long Tail, fue obra del editor jefe del Wired Magazine, C. Anderson[i], el cual expuso en su brillante artículo de finales del año 2004 que la

 

comercialización en Internet había cambiado la vida de productos y nichos de mercados digitales, habida cuenta de la minimización de los costos de almacenamiento y distribución, permitidos por la innovación y la tecnología, modificando la noción de “productos estrella” y sustituyéndolos por nuevas y exitosas categorías de mercado.

 

Anderson innovó el mercadeo exponiendo la presencia de mercados paralelos, caracterizados por pequeñas ventas, con una amplia gama de productos, cuyos ingresos finales en venta igualarían y superarían las ganancias tradicionales del “gran producto estrella”. En la actualidad, muchas de las empresas de éxito online incluyen en su estrategia el long tail, atendiendo a la demanda de lo popular, lo raro, novedoso y dando respuesta a todo tipo de segmentos, intereses y nichos de mercado.

 

En la actualidad venezolana los mercados también se caracterizan por la existencia de largas colas, pero en ningún caso responden a la novedad de la diversificación del mercadeo digital, ni a la aplicación de nuevas teorías del siglo XXI en materia de marketing digital. Ocurren largas colas de demandantes, acantonadas en las afueras de los centros de abastecimiento en busca de bienes y servicios básicos para la vida, controlados y regulados por el gobierno. La estructura del valor agregado nacional aumentó a casi 100% su composición importada, lo cual no permite la sustentabilidad de la oferta nacional en los actuales momentos.

 

La política y reglamentaciones económicas impuestas desde el gobierno, a lo largo de los años, caracterizada por la amenaza de la confiscación, las expropiaciones, el aumento del dinero inorgánico, leyes draconianas en materia fiscal y del personal, falta de insumos para la producción, el control cambiario y su ineficaz administración conexa, despilfarro e incremento del gasto público sin contrapartida en el crecimiento del PIB y demás desatinos en las variables endógenas y exógenas económicas, han generado una estampida de inversiones, desarticulando la novel producción nacional, lo cual se ha traducido en una contracción de la oferta de bienes y servicios básicos para la vida, obligando a recurrir, por largos periodos de tiempo, a las “mega importaciones” en las cuales, los funcionarios e intermediarios se hacen de algunas “filtraciones económicas”[1], destruyendo así, la oferta nacional en el mercado de bienes y servicios. La contracción de la oferta es el resultado de una política económica y de un conjunto de estrategias que han devastado los cimientos de la industria y la producción nacional mostrando unos escasez draconiana que afecta la demanda y la vida de la población en toda Venezuela.

 

La escasez generó en la población una suerte de psicología del hambre en los consumidores, donde el centro de la actividad se basa en el consumo. La respuesta gubernamental se basó en el estricto control de precios, en desarticular la especulación, el acaparamiento de las comercializadoras y particulares deshonestos que encuentran en los descalabros económicos lugar para cuantiosas ganancias excepcionales. Los errores económicos siempre se cancelan con la vida.

 

Pero la escasez de casi todos los bienes y servicios necesarios para la supervivencia, desde medicamentos, hasta cauchos y pilas, originó montoneras de demandantes insatisfechos, apilonados por largas horas en las puertas de los mercados a la espera de la venta de la contraída oferta de bienes a precios regulados. He aquí el origen del bachaqueo, nueva actividad de compra venta de los sectores más desposeídos del pueblo venezolano.

 

Los “bachaqueros” es un nombre creado a partir de la actividad fronteriza con Colombia, en la cual, contrabandistas venezolanos llevan mercancías reguladas a través de lugares vedados (caminos verdes) para la venta en mercados con buenos ingresos. Hoy emerge una nueva estrategia económica en toda Venezuela conocida como “bachaqueo” en la cual, los particulares compran a precio regulado y negocian a precio de mercado negro, generando cuantiosas ganancias para los intermediarios especuladores. La “profesión de bachaquero” está penalizada con una ley que castiga en Venezuela con una pena de cárcel superior a la del asesinato.

 

Llama la atención que estos “bachacos” o intermediarios de la cadena de comercialización de la oferta, técnicamente importada en Venezuela, afectada por grandes regulaciones de precios por el gobierno, no pertenecen al sector de empresarios o comercializadoras, sino que se realiza por venezolanos provenientes de los sectores más populares, caracterizados por la pobreza y los bajos ingresos. Se trata de la población nacional, donde el gobierno ha hecho un esfuerzo sostenido y denodado por ideologizar con el socialismo o comunismo más contumaz, además de proveer de un cúmulo de subvenciones y transferencias sin verdadera contrapartida para la producción o el desarrollo nacional, pues no sembró las bases de un verdadero desarrollo endógeno, más allá del gasto público suntuario. Un sector de la población sujeto al populismo impresionante, enajenando de la ética de la improductividad hasta límites insostenibles en cualquier economía medianamente organizada.

 

Hoy, después de tantos años de ideologización contra el capitalismo, los presuntos grandes beneficiarios del socio/comunismo[2] muestran su faceta más mercantilista a través de esta perniciosa acción de mercado. Parece que la búsqueda de la utilidad borró, en segundos, los años de ideologización comunista en Venezuela.

 

La ciencia económica explica estos fenómenos cuando la escasez dificulta la vida. La oferta quiere ganar cada vez más y ni mil tratados comunistas acabarán con la ciencia económica, cuando los pobres han encontrado una fórmula para la compra venta y para volverse capitalistas y pertenecer al mercado de bienes a partir de un beneficio. La economía es una ciencia exacta y sería bueno que los responsables de la política económica del gobierno la estudien en profundidad. Seguirán las colas de bachacos mientras persista la escasez y ni siquiera el The Long Tail del editor Anderson podrá ayudarnos.

 

(*)Economista, Doctora en Ciencias Sociales y escritora. Profesora en la Maestría de Gerencial Empresarial, UCV.
Correo: conexionaragua@gmail.com
mariajosefinamas.com
@conexionaragua

 

[1] Dinero no declarado: sobornos, comisiones a funcionarios y demás personas en la cadena de comercialización. [2] Sistema económicos realizado por militares venezolanos que utiliza las banderas éticas del socialismo y los fundamentos económicos del comunismo. [i] Chris Anderson Editor,  Jefe de Wired Magazine (2001) y autor de The Long Tail, best seller en el New York Times. El texto ha sido considerado uno de los libros de negocios más importantes de la última década y el editor fue elegido por la revista Time como una de las 100 personas que más ayudaron a cambiar el mundo desde el 2007.  Fue nombrado editor del año por la revista Advertising Age en 2005 y ganó el premio General Excellence en 2007. Su best seller The Long Tail es considerado como el mejor libro de negocios del año. El Editor es considerado una de las voces más importantes de la nueva economía. Ha predicho las nuevas direcciones que tomaría la economía, analizando la situación y proveyendo herramientas para aprovechar las oportunidades de los nuevos mercados y definió la ascensión de las economías de nicho como el nuevo del futuro.

 


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