- Año de Creación: 1958
- Director: Sergio L. Arteaga L.
- Ubicación: Plaza Cubierta El Rectorado Nivel Pasillo.
Educación ¿un arma para la guerra ideológica?
En 2013, el Vicepresidente del área Social, Héctor Rodríguez, informaba que 7% del Producto Interno Bruto (PIB) es destinado exclusivamente a fortalecer el tema educativo en todos sus niveles.
“Todos los años se ha venido aumentando el presupuesto en todas las universidades del país de forma considerable (…). En Venezuela no hay bachilleres sin cupo, no hay población flotante, gracias a la gran inversión que ha hecho el Gobierno bolivariano”, señaló.
Dos expertos en el tema educativo, el director de la Escuela de Educación, José Loreto y el profesor Tulio Ramírez, quien dirige el Doctorado en Educación de la Universidad Central de Venezuela presentan una realidad distinta a los datos oficiales.
Para Ramírez, desde sus inicios, el proyecto político de Hugo Chávez, nunca concibió a la educación como mecanismo para la formación de profesionales con competencias para impulsar el desarrollo científico y tecnológico, ni para formar ciudadanos con valores democráticos que contribuyan a la convivencia social.
“La educación fue concebida como un espacio para el control político y se actuó en consecuencia. Las políticas públicas diseñadas desde 1998 hasta la fecha, 15 años después, apuntan hacia la alineación de la educación a la esfera de lo que denominó Gramsci como “Hegemonía Cultural”, contribuir a la internalización de los valores socialistas con la finalidad de generar la superestructura ideológica política, necesaria para cohesionar a la sociedad civil en torno al modelo que se ha pretendido instaurar en Venezuela”, acotó.
Por su parte, para el director de la Escuela de Educación de la UCV, José Loreto, la crisis de la educación es estructural y va desde la inicial hasta la superior. “Lamentablemente las políticas del Estado no han sido las más apropiadas. En vez de solucionar los problemas que se tenían hace quince años, se han agudizado. Se le ha dado una tilde político-partidista. Las cifras oficiales de inversión en educación son una cosa y la realidad es otra. En cualquier plantel de educación primaria pública se observa el estado de deterioro en la planta física y dotación, así como la calidad de los docentes. Los profesores que están siendo asimilados por el Estado, provienen de programas improvisados, a través de la Misión Sucre, los cuales han disminuido la calidad”.
Explica Ramírez que las políticas educativas comenzaron con el control político de los maestros (Decreto 1011 del año 2001); la creación de gremios docentes paralelos a los existentes; intentos de imponer diseños curriculares, desaparición de los concursos para el ingreso a la carrera docente, privilegiando a los egresados de las misiones; la creación de un circuito educativo paralelo al formal (Misiones Robinson, Rivas y Sucre) y la distribución gratuita de textos escolares para la educación primaria y secundaria con un sesgo propagandístico a favor de la obra de gobierno.
“Se han elaborado instrumentos jurídicos para hacer posible la injerencia en la escuela de los llamados Consejos Comunales como mecanismos de control político (Resolución 058)”. Ya se habla de la construcción de un “Estado Docente Comunal”, haciendo caso omiso a los preceptos constitucionales, así como la asfixia presupuestaria a las universidades autónomas con la consiguiente fuga de talentos profesorales al exterior. Un estudio reciente revela que en 15 años más de 1.600.000 venezolanos con estudios de cuarto nivel ha emigrado del país”, acotó el también gerente de Desarrollo Docente y Estudiantil, Tulio Ramírez.
Tras la aplicación de estas políticas, el responsable del Doctorado en Educación de la UCV, Tulio Ramírez considera que Venezuela tiene una educación de mala calidad. “La mayoría de los bachilleres no tienen la posibilidad de ingresar a las universidades de prestigio del país, se registra niveles de rendimiento académico entre los más bajos de la región, rezago en el uso educativo de las nuevas tecnologías; desestimulación para el estudio y ejercicio de la carrera docente por los precarios salarios y peores beneficios socio-económicos, aunado a cifras de deserción escolar que está revirtiendo la política de inclusión que impulsó el gobierno a sus inicios”, puntualiz
¿Aires de Cambio?
La escuela de educación atiende tres planes de estudios: un régimen anual; el régimen de los Estudios Universitarios Supervisados, que posee 5 centros regionales (Caracas, Barquisimeto, Barcelona, Ciudad Bolívar y Puerto Ayacucho); y el Programa Cooperativa de Formación Docente, que implica un convenio entre escuelas para formar licenciados en Educación especializados.
“Ha habido una merma en la matrícula. La carrera de educación no es atractiva para los jóvenes bachilleres, por los bajos sueldos que perciben, las condiciones de los planteles y sus dotaciones , así como la inviabilidad de encontrar empleo, siendo desplazados por los egresados de las Misiones gubernamentales”, acotó el Director de la Escuela de Educación, José Loreto.
“Se acaba de generar una consulta por la calidad educativa y los resultados no se han publicado. Supuestamente, se evaluaron todos los aspectos que tiene que ver con planta física, formación del docente. Las universidades tuvimos una leve participación en ese instrumento. No nos pidieron colaboración, porque además tenemos una cátedra de Métodos Cuantitativos que muy bien pudo colaborar”, precisó Loreto.
“La Universidad autónoma siempre ha tenido tensiones con los gobiernos, pero que con éste ha llegado al extremo, y tres políticas han definido las relaciones: cerco presupuestario, hoy lo evidenciamos más que nunca con un déficit del 35%; el aislamiento institucional, no hay proyectos con el gobierno para planes, proyectos, servicios; y un socavamiento de la autonomía que se traduce, en la intención de querer obligar a hacer unas elecciones inconstitucionales y ahora con la asignación de los cupos”, explicó Ramírez.
Para el Director del Doctorado en Educación, de no cambiarse el modelo político, difícilmente la educación podrá salir de la postración en la cual se encuentra. “La escuela se erige como el taller para moldear conciencias y sensibilizar almas en torno al proyecto político y el partido. Bajo este esquema la formación profesional es colateral y siempre en función de las necesidades planteadas por el Estado Todopoderoso”, finalizó.