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“Firmas con sello ucevista”: Ejercicio e Hipertensión
Dr. Elías Chuki, miembro del equipo de articulistas de UCVNOTICIAS
Dr. Elías Chuki Rivas
La Hipertensión Arterial es hoy día uno de los problemas médicos más comunes en la población general, y la afección cardiovascular más frecuente en las competencias atléticas. En consecuencia, es una preocupación primaria de los médicos, el manejo de la Hipertensión en pacientes activos y atletas. Una cuidadosa comprensión de los factores y mecanismos de esta patología está especialmente relacionada a los efectos derivados del ejercicio, pudiendo el médico recomendar la mejor terapéutica farmacológica y las medidas no farmacológicas.
El control eficaz de la presión arterial puede ayudar al paciente hipertenso a continuar el ejercicio y competir con seguridad, al tiempo que lo protege al desarrollo de complicaciones agudas y crónicas. Cerca de un 95% de los individuos hipertensos, denominados primarios, no se le identifica una causa específica de su origen, observándose un aumento exagerado de la presión debido a una respuesta anormal de sus arterias, las cuales se contraen (vasoconstricción) más allá de lo esperado, probablemente por la secreción inadecuada de sustancias como la Adrenalina y de otras hormonas.
El 5% restante se conoce como Hipertensión Secundaria, donde la causa está asociada a un trastorno renal, arterial, endocrino, o al uso de sustancias que elevan transitoriamente la presión arterial como los descongestionantes nasales, analgésicos antiinflamatorios, y drogas de uso ilícito (cocaína). El aumento crónico y sostenido de la presión arterial daña a las arterias y conlleva a la aparición de las complicaciones: cardiovasculares (angina de pecho, infarto, insuficiencia cardíaca), Accidentes Cerebro-vasculares, trastornos oculares y renales.
La respuesta fisiológica normal al ejercicio en las personas sanas, depende si la actividad a desarrollar es dinámica o estática. En el ejercicio dinámico o isotónico, hay un incremento transitorio de la Presión Arterial Sistólica (Máxima) pudiendo alcanzar los 180 mmHg, sin cambios significativos de la Presión Arterial Diastólica (Mínima). El ejercicio estático o isométrico, causa un aumento de ambas presiones, el valor de la Presión Arterial Sistólica se incrementa a más del doble de la presión obtenida antes del ejercicio.
En la población Hipertensa ocurren también los cambios anteriormente descritos, acompañados de una severa vasoconstricción con dificultad para que posteriormente se dilaten las arterias, como consecuencia, hay un mayor trabajo a desarrollar por el corazón, un mayor consumo de oxígeno y finalmente aumento patológico del tamaño cardíaco pudiendo llegar al estado denominado Insuficiencia Cardíaca. La falta de una vasodilatación arterial efectiva en el atleta hipertenso, impide disipar el calor durante el ejercicio, aumentando de manera exagerada la temperatura del cuerpo, con sensible pérdida de agua y electrolitos, resultando en disminución importante del Potasio, con bajo rendimiento a la actividad física e inclusive trastornos del ritmo del corazón.
Uno de los más importantes mensajes para los pacientes hipertensos activos y atletas, es poder continuar con seguridad la realización de sus ejercicios, solo si hay un control adecuado de su Presión Arterial.
