- Año de Creación: 1958
- Director: Humberto Luque
- Ubicación: Plaza Cubierta El Rectorado Nivel Pasillo.
Gerenciando el cambio
Escrito por: Esmelin A. Graterol G. (*)
Reflexionar acerca de organizaciones y la sociedad a manera de entender como ellas son vistas al verse sometidas a exigencias, en términos de sus cambios más fundamentales para su sobrevivencia, nos ha llevado a consideraciones instigadoras. Pero, considerar cómo y porqué las personas resisten de forma tan contundente a los cambios fundamentales para encontrar la propia felicidad; representa para muchos individuos, un ejercicio inquietante, incómodo puesto que se trata de evaluar sus propias actuaciones.
No es fácil, hablar del futuro en relación con el presente y de los avances tecnológicos a nuestro alrededor. Hablamos sobre globalización, sobre democratización de la información y de los cambios sociales necesarios. Hablamos inclusive, de nuestra incapacidad de absorción de todos esos cambios, dando como excusa la velocidad incontrolable con la que ocurren.
Estamos acostumbrados a decir que las dificultades están en las empresas o en el mundo a nuestro alrededor. Nos apegamos a lo que tenemos establecido, nuestras ataduras y miedos a perder, ignorando las oportunidades de ser felices, de esta manera, asumimos y reforzamos nuestros mitos de incapacidad personal frente a las demandas de trabajo y de vida. Olvidamos que todos los días nacen bebés, y mueren personas, confirmando a cada instante, ese no siempre, inevitable proceso de renovación de la naturaleza humana.
Culpamos al mundo que nos rodea, a nuestros padres, jefes, parejas, subordinados y gobernantes, con quienes vivimos disculpándonos en ocasiones con verdadera sinceridad a fin de justificar nuestro modo de ser y nuestras limitaciones humanas para cambiar. Gastamos envidiables energías tratando de evitar los cambios en nuestras vidas, muchas veces demostramos una increíble incapacidad para sacarle provecho al crecimiento personal, partiendo de la naturaleza transitoria de nuestras existencias.
Con más rapidez de la que podamos desear, surgen y desaparecen líderes, abriendo espacio a nuevas visiones, nuevos liderazgos, creencias y valores antes aceptados como verdades indiscutibles, le ceden espacio a otros antes considerados como inaceptables.
Sin embargo, los cambios son naturales y saludables. Estando en sintonía con los mismos, podemos aprender a dirigir mejor nuestra energía para un crecimiento personal que sobrepase a nuestras limitaciones, convirtiéndonos en mejores personas a través de experiencias positivas y dignificantes.
Aceptar los cambios, hace que la vida sea un desafío repleto de significados y vivir se transforma en un acto valioso y pleno, donde no hay lugar para sentimientos de derrota o pérdida, inclusive, cuando nos encontramos frente a dificultades aparentemente insolubles, éstas serán vistas apenas como un desafío que nos convertirá en personas mejores y más capaces.
Recuerde que crecimiento y desarrollo son apenas una cuestión de escogencia. Todo lo que tenemos que hacer, es seguir por el camino que nos posibilite el ser líderes de nuestros propios procesos de transformación personal y ciertamente el mundo será mejor.