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Hasler Iglesias: Un ingeniero a la FCU
Ingresó en política en su primer semestre, cuando se incorporó a uno de los movimientos estudiantiles que hacen vida en su facultad de origen. “Comencé ayudando en lo que podía: actividades en ciclo básico y contribuyendo en lo que era útil. Poco a poco fui asumiendo más responsabilidades”, expresó Hasler Iglesias, el recién electo Presidente de la Federación de Centros Universitarios.
Dos veces se postuló al centro de estudiantes de Ingeniería y dos veces perdió, quedando como Secretario General. No obstante, poco tiempo pasó para que el joven pasara a trabajar a nivel de la federación, experiencia que define como compleja y enriquecedora.
“Trabajar con realidades distintas, una por cada escuela, más lo que se vive en los otros campus; todo eso te abre los ojos”, aseguró el dirigente estudiantil. La prominencia le llegó con el paro universitario de 2013; a partir de entonces, se convirtió en la figura más conocida de su facultad.
Cómo se involucra
Cuando le preguntan por aquello que lo motivó a involucrarse en política, Hasler Iglesias no vacila en contestar: “Fue la inconformidad con la situación que se estaba viviendo en mi escuela y que luego descubrí era común a toda la universidad: injusticias, apatía, falta de interés…quería ser un agente de cambio, alguien que modificara todo eso”.
Según afirma, su adición al movimiento estudiantil fue algo natural. “Soy Estudiante y me inserto en el movimiento, y no en un partido o una asociación, porque quería generar cambios en mi entorno”, asegura Iglesias, y añade que “además, no sentía que me estaba incorporando a una organización, sino a un equipo”.
Su opinión sobre el movimiento estudiantil, está marcada por las experiencias que ha vivido. “Absolutamente todo puede mejorar siempre, y el movimiento estudiantil no es la excepción”, destaca para luego asegurar que “el movimiento estudiantil es sumamente plural, multicolor y diverso. Tenemos muchas visiones y ello hace que confluir en acuerdos y puntos en común, sea difícil y es justo ahí donde tenemos una oportunidad para crecer”.
El dirigente entiende la división como la mayor debilidad que el movimiento estudiantil puede tener. “Es complicado lograr las cosas, no es sólo coincidir en un discurso, en ideas, es saber cómo trabajar unidos, a pesar de nuestras diferencias”, acota.
Su lucha política más antigua la dio en su escuela. “La transformación de los programas académicos, generar espacios para los estudiantes y la articulación de equipos eficientes y capaces de trabajar juntos en ingeniería; esos fueron los principales objetivos que nos trazamos como grupo en la Facultad y a las que me dediqué”.
Por otro lado, ya a nivel personal, Iglesias considera que su mayor desafío ha sido sobrellevar los estudios y la política estudiantil. “No ha sido fácil, soy eficiencia 1 a pesar de todo, creo que eso es muestra de que organizándose se pueden lograr las cosas”.
Iglesias es el primer presidente ingeniero en más de siete años y cuando se le pregunta que le ha dejado su carrera que podría aplicar a la política, responde con una anécdota: “Una vez en una asamblea, creo que comparé la política como proceso social con un proceso químico, donde distintos elementos confluyen para generar algo”, y añade: “es una visión de la política que no está en los libros o en ninguna teoría social, pero que me ha servido de guía”.
El nuevo presidente de la FCU remata la pregunta afirmando “a los ingenieros nos forman para solucionar problemas y creo que ese es el trabajo de un buen dirigente, solucionar problemas”.
Claridad de ideas
Iglesias es consciente de su posición y lo que implica. Las protestas y la movilización externa le parecen importantes pero cree que es necesario “arreglar la casa primero”. Considera prioritario trazar políticas y acciones para solucionar los problemas que afectan al estudiantado de la UCV.
“El comedor y la seguridad son dos grandes desafíos, no digo que vayamos a arreglar todo en un año, pero sí podemos sentar las bases de una política que conduzca a la solución de los problemas”. Hasler asegura tener en claro que para hacer una buena gestión hace falta balancear lo interno con lo externo. El nuevo presidente de la FCU parece tener claro lo que le espera durante el próximo año. “Sé que hay muchos desafíos y muchas expectativas, pero vamos a tratar de hacer todo lo mejor posible”.
Respecto a su futuro, el dirigente estudiantil asegura que “luego de esto, lo único que quiero es graduarme”, demostrando poco interés por una reelección. El joven asegura que le gustaría mantener su labor social y política a la par que su ejercicio profesional.
“Me interesa particularmente el sector alimentario y el de medicinas, dos de los sectores más golpeados que hay en Venezuela”, asegura el dirigente que pasó de Secretario General de un Centro de Estudiantes a Presidente de la FCU, sin militancia y además siendo Ingeniero.
