- Año de Creación: 1958
- Director: Humberto Luque
- Ubicación: Plaza Cubierta El Rectorado Nivel Pasillo.
Los mosaicos de la Ciudad Universitaria y su valor patrimonial
El concepto de la Síntesis de las Artes, base de los fundamentos para la designación de la Ciudad Universitaria de Caracas (CUC) como Patrimonio Mundial, no solo consiste en la integración de la arquitectura, la pintura y la escultura, sino que abarca incluso los materiales utilizados en su diseño y la organización de sus espacios.
Por lo tanto la conservación de la CUC ”debe estar dirigida tanto al estudio de la masa estructural de las edificaciones como a los elementos constructivos de las obras de arte, con el fin de mantener la unidad estética y la lectura histórica”, tal como lo expresa Isabel Jahn Herrera en su trabajo “La conservación de las obras de arte en la Ciudad Universitaria de Caracas. Una imposible disociación con el marco arquitectónico”.
Expone Jahn en su trabajo que “tanto el material utilizado tanto en los edificios como en las obras tiene en común su contemporaneidad”… “El concreto armado en obra limpia y la utilización del mosaico, ya sea a manera de recubrimiento o como de fachada policromada diseñada por los artistas, viene a crear una suerte de colorido y amplitud en las formas arquitectónicas, donde se hace más significativo el diálogo entre las artes, a la vez que se quiere dar un carácter de durabilidad a la Ciudad Universitaria, destacándose la calidad orgánica y el respeto por el lenguaje propio de un material noble”.
Se destaca así el valor patrimonial e histórico de estos materiales utilizados en la construcción de edificaciones, fachadas y obras de arte que son característicos de la Ciudad Universitaria y representativos de la arquitectura de mediados del siglo XX.
Los mosaicos: piezas únicas e históricas
Señala Isabel Jahn que los mosaicos consisten en pequeñas piezas de vidrio coloreado que imitan aquellas piedras preciosas, trozos de mármol y revestimientos de oro que encontramos en fabulosos recintos griegos, romanos y bizantinos. “Son viejos artificios artísticos que comparte la humanidad desde hace millones de años. Hoy su significado religioso tiene otra explicación en el caso del artista abstracto, pues se exponen en grandes paneles, fabulosas pinturas que han pasado de la estaticidad del lienzo enmarcado, a vivir su tridimensionalidad matizada por el brillo de la luz”.
“La utilización de estas pequeñas piezas de vidrio coloreado, tiene un significado especial tanto en Venezuela como en otros países latinos; aquí se dio a conocer y se desarrolló un interés particular debido a la durabilidad, a la calidad de los colores, la variedad y poca necesidad de mantenimiento. Se crearon en el mundo entero innumerables obras murales, revestimientos y decoraciones que ocupan un período aproximado desde los años cincuenta hasta comienzos de los setenta”.
“En Caracas, se puede observar que en la mayoría de los edificios construidos en este período persiste la utilización del mosaico en diversas edificaciones militares, públicas y privadas. Más tarde desaparece la industria venezolana y se restringe la extranjera, para dar paso a las piezas de cerámica pintada o cerámica esmaltada, utilizadas en grandes extensiones. Estas piezas también están presentes en varias obras de la Universidad, encontrándonos por lo tanto una gama de materiales que evocan transformación y actualización de una técnica tradicional e influencia europea”.
El reto de la conservación del mosaico
El paso del tiempo y algunas agresiones del humano, a través de pintas, graffitis y desprendimientos intencionales ha hecho estragos principalmente en muchas fachadas de mosaico de la Ciudad Universitaria de Caracas, en las cuales se observan notorios desprendimientos y deterioro.
La gran mayoría de los murales de la CUC son elaborados con este vistoso material, pero el desconocimiento de su valor patrimonial ha generado su subestimación por parte de muchos, que piensan que se trata de un material de fácil reposición y poco valor, siendo en realidad todo lo contrario, al tratarse de piezas artesanales únicas, de gran valor histórico, cuya reposición en términos de restaurar las originales resulta sumamente difícil y costosa.
