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Oswaldo Vigas: “Un artista sólo tiene que preocuparse por ser él mismo”

23/04/2014 14:50 Age: 10 años
By: Fotos: Andrew Álvarez DIC/UCV

A continuación, presentamos entrevista que se le realizara al Maestro Oswaldo Vigas, para la edición N° 4 de la Revista Visión Ucevista, y que hoy retomamos como un homenaje al artista que enriqueció con el talento plasmado en sus obras, la Ciudad Universitaria de Caracas

 

Frank Calviño

Si tuviésemos que definir a Oswaldo Vigas en pocas líneas, lo más adecuado sería tomar el pincel y dar un par de trazos firmes y sinceros sobre una servilleta. Y, al hacerlo, procuraríamos que esos trazos fueran honestos como le gusta al Maestro que sea el arte, nos permitiríamos la travesura de darles ribetes rebeldes y hasta cierto grado inaprensibles; en honor a la compleja esencia con que Vigas impregna cada acto creativo. Con respecto a la servilleta, nadie mejor que el mismo Maestro sabe bien el porqué la selección de este lienzo; en secreto les diremos a ustedes que muchas de las obras de Oswaldo Vigas nacen de papelitos, retazos de hojas y, sobre todo, ¡servilletas! donde el pintor “raya” incesantemente, expresando, ya por costumbre, su genialidad.

 

Vigas es claro por igual cuando habla y cuando pinta, sus proposiciones son firmes y más de una se ubica bajo la categoría de dogma vital. Su concepción del mundo es espontánea, en el sentido de que es profundamente Vigas, profundamente “original”, tal como define son sus obras. Vigas no puede esconder a un hombre complicado, que ha vivido mil y un historias. Es un creador cuyo arte surge aparentemente, de un chisporrotazo divino, pero que en realidad nace de la preparación y el trabajo tesonero.

 

El Maestro nos esperaba vestido con su ropa de trabajo,  una camisa caqui salpicada de brochazos azules, verdes y rojos, “bien jodida” dijo él mismo riendo mientras le poníamos el micrófono. Con un par de brochas asomadas al bolsillo superior izquierdo, nos dio la bienvenida a su sala de estar. En el televisor pasaban un programa sobre “La Falsificación en el Arte”. En las paredes cantidad de obras (valiosísimamente auténticas) declaraban la pasión de Oswaldo Vigas por el oficio que ha sido su razón de ser.

 

La Moneda de la Eternidad

Aprovechando el programa televisivo que interrumpimos a golpe de grabador y cámara, decidimos comenzar la conversación por el tema del arte como labor, como profesión, como compromiso, como forma de vida. El Arte que piensa y ve Vigas, el que le ha formado desde muchacho. El que le define ahora con ya más años. El Arte que se vende y el que se compra, el que no tiene precio, el bonito y el verdadero, aquel que simplemente es buen Arte.

 

Maestro ¿le interrumpimos el programa…?

Sí, estaban pasando algo de falsificaciones en el Arte… es increíble como se copian los cuadros, pero al final, no lo logran. Porque esos no son los cuadros originales, no lo son, ni nunca lo van a ser, por muy buenos que queden. Pero dime, dime. Los estaba esperando…

 

Bueno qué le parece si  empezamos por el Arte… ¿Cómo ve Oswaldo Vigas el arte en Venezuela? En términos de exposiciones, ventas, calidad… 

Hay un gran bajón por lo que he visto…los que tienen la capacidad ahora para comprar  Arte, todavía no se interesan en él. Pero van a interesarse, porque van a querer estar de moda, a medida que tengan más plata. Cuando tengan casas buenas tendrán que poner cuadros.

 

Pero entonces ¿el Arte es una cuestión de estatus?

Comienza siendo una cuestión de estatus: “esto lo tengo que tener porque está de moda”,  porque tengo que tener algo en el muro. Compran el cuadro “para llenar los huecos” pero después alguien les dice “mira eso es malo o eso es bueno…” y empiezan a cambiar los cuadros y a buscar otros.  En un principio, no cuentan con criterio para el arte, se les va creando.

 

Por lo que dice se depende de cierto nuevo riquismo…

Todo eso es útil, aún el nuevo riquismo, es útil todo lo que sea mover el ambiente y el mercado… porque eso al final termina siendo un mercado ¿sabes? El mercado del Arte obedece a las leyes del mercado general. Oferta y demanda. Algo que no se vende ahora, puede venderse luego y subir de precio, o bajar, no se sabe. Pero en general se puede decir que el Arte es la moneda de la eternidad, porque mientras más tiempo pasa, más vale. Las otras cosas bajan de precio. Los carros se oxidan y bajan de precio, ocurre con todo. Absolutamente todo, excepto con el Arte. El Arte sube si es bueno, si es expresión de una identidad, de un país, de una cultura, de una clase.

 

¿Cómo definiría Vigas el buen Arte?

Que sea expresión de una identidad… aunque no sea más que la personal. Porque cada ser humano es diferente a los otros. Si el artista hace cosas que son expresión de su identidad, esa identidad también es la identidad de otros concentrada en el artista. Esos otros van a buscar la obra, y la obra va a subir de precio. Si no expresa algo no subiría de precio y se olvidará.

¿Hay obras buenas que no son caras?

Claro, si todavía no se sabe que es buena, no la han buscado, no ha alcanzado su precio. Pero una vez que hay un público que la busca no puede más que subir, sube cada día más. Reverón por ejemplo, vendía sus cuadros ¿en cuánto? ¿veinte bolívares, cuarenta bolívares? ¿Cuánto vale un Reverón ahorita? Pues valen 100.000 $. Picasso es otro ejemplo, él también vendía muy barato cuando comenzó. Opino que no hay que regalar obras a pobres, porque salen corriendo a venderlas, para comer… ¡A los pobres hay que regalarles billetes, no cuadros! Porque los pobres lo que necesitan es comer, entonces no van a apreciar la obra. La necesidad, dicen… la pintan con cara de hereje. Sólo puedes regalar obras a los ricos. ¡Qué triste!

¿Vigas tuvo algún momento en que sus obras no se vendieran?

No, soy una persona con mucha suerte. Es posible que sea eso, es posible que sea otra cosa. Indudablemente he tenido mucha suerte como pintor… y, en general, en la vida también. Dicen que la suerte se la busca uno, yo creo eso, la suerte es producto también de la voluntad, del trabajo, de la perseverancia, de no traicionarse uno mismo.

 

¿Nunca se ha traicionado haciendo una obra?

Pienso que nunca me he traicionado… Si uno se traiciona, por ejemplo, haciendo cuadros bonitos para conseguir clientes… ¡se jodió! La pintura no tiene que ser bonita, sino auténtica. La pintura bonita la compran las niñas bien, no los coleccionistas, y por eso uno no tiene que preocuparse de “lo bonito”. Un artista sólo tiene que preocuparse por ser él mismo.

 

Vigas edita sus obras antes de pintarlas

Ante todo, Oswaldo Vigas, plantea la pintura como un acto reflejo. Para él las obras que nacen de su genio, no son producto de una creación voluntaria, incluso podríamos atrevernos a decir (desde un sentido netamente metodológico) que las obras de Vigas, por la manera en que el mismo Maestro plantea su proceso, no surgen directamente. Vigas selecciona, coteja, compara, Vigas elige cuál obra verá la luz, cuál saldrá de su universo creativo, donde ya existen en cuerpo y esencia. Vigas edita primero y luego pinta.

Sus pinturas, sus esculturas, y en general todas sus obras, tienen una presencia simbólica muy fuerte… ¿Por qué ha decidido expresarse de esa forma? ¿Por qué trabaja los símbolos de esa manera?

Yo no trabajo los símbolos, los símbolos están en mí, no los busco tampoco, salen… yo te voy a mostrar luego como trabajo, viendo bocetos… para que tú te des cuenta. Hago millares de bocetos y de esos bocetos salen los cuadros, pero los hago todo el tiempo, sin pensar, sin buscarlos, sin meditar en ello tampoco. Lo hago cuando viajo en tren, en avión, en  metro, o estoy en un café. La pintura mía es automática, pinto automáticamente sin pensar, y después reúno los bocetos,  escojo y realizo los cuadros.

Maestro, me imagino que es difícil para usted, que está del lado de allá, del lado de quienes manejan los pinceles, responder esto, pero… ¿se atrevería Vigas a definir sus cuadros dentro de algún tipo de corriente?

Una Mierda…

Nos resulta imposible reprimir la risa mientras un Vigas sonriente se percata del efecto que acaba de producir,  a Oswaldo Vigas le encanta sorprender y lo logra bastante a menudo.

¿Por qué?

Porque trato de hacerlo cada día peor y no tener miedo, y los cuadros salen buenos, ¡salen buenos que es diferente a bonitos! Lo bonito no llega muy lejos…

Y esos cuadros, los buenos… ¿qué transmiten al observador?

Eso depende no de mí, sino de quien los ve… pero no he tratado nunca de ser bonito. Sé que lo bonito tiene las piernas cortas. Lo bonito es lo que buscan las señoritas bien. Lo feo llega más lejos, lo feo expresivo, lo que tiene identidad. La identidad no es bonita, es identidad, eso que define al ser humano, a una clase social, o a un país, su identidad. Cuando no se tiene identidad se es fácilmente dominado.

Leyendo sobre su obra encontré que varios autores señalan a la serie “Brujas” como un punto de quiebre en la pintura venezolana…

No es verdad. (Se ríe cómplicemente, Vigas sabe que es cierto, pero nos deja jugar un rato con la idea de un supuesto negado, solo por diversión. Por ese afán tan suyo de sorprender)  ¿Y por qué te voy a decir que no es verdad? Si es verdad… eso fue en los años cincuenta, Brujas, que fue un título que le dio Oswaldo Trejo, se llaman así porque un día vino Oswaldo Trejo a mi taller que estaba aquí en Caracas, cerca del Panteón  y me dijo “oye Vigas… lo que estás haciendo tú, son brujas” y le respondí, “eso me gusta, vamos a llamarlo así”, pero no tiene nada que ver con la brujería ni con las brujas. Están relacionados con el arte pre-hispánico, son imágenes arquetipales, y por eso se quedaron, porque… ¿tú sabes lo que es un arquetipo? Es un recipiente de la mente, un recipiente que se puede expresar en una forma gráfica, pero es más que lo gráfico. Por ejemplo, el arquetipo del niño dios, eso es una cosa que manejaba la humanidad, antes de la llegada de Jesucristo, una mujer con un niñito era era para los romanos, el arquetipo de la madre y, para los cristianos, la Virgen María, son expresiones de lo profundo del ser humano.

¿Su obra busca eso?

No lo busca, yo nunca busqué nada… las cosas que se buscan no se encuentran. Lo que uno tiene no lo ha buscado, está allí. No se necesita buscar lo que se tiene, lo que hay es que reconocerlo. Ese es el secreto, reconocer en uno las imágenes que son arquetipales y apoyarse en ellas, a ellas no las inventa uno sino que ya las tiene, entonces si lo tiene ¿pa’ qué buscarlo? El que busca es porque no tiene, así dicen, es así en la pintura, en la música, en la poesía,  en todo.

¿Cuando creó los murales de la Ciudad Universitaria estaba consciente de que iban a pasar a ser un legado para generaciones de estudiantes?

No, cuando los hice no. Villanueva me mandó fotos y los planos y me dijo “tus murales van a estar aquí y aquí” pero yo no había visto la Ciudad Universitaria. Empecé a trabajar basándome en lo que estaba manejando en ese momento. Villanueva me dijo “afeita tus formas” quería decir eliminar lo superficial, y quedarse con las líneas importantes, las líneas de fuerza. Simplemente seguí lo que estaba haciendo,  creo que es por eso que no me he traicionado, porque no me he salido de lo que tengo para buscar algo, nunca he buscado al lado lo que no tengo, siempre he hecho lo que soy.

Cambiando un poco el tema… Cuando usted fue a Francia, ¿llevaba la intención de aprender distintos estilos de arte, como muchos artistas venezolanos?

Para investigar… Ellos  iban para investigar. Yo no… yo nunca investigué un carajo.

Se ríe sonoramente. Aferrado al alma del artista percibimos un espíritu contestatario. Nosotros nos reímos también con el.

Entonces… ¿qué hacía allá?

Investigar no, por supuesto, no creo en la investigación… si yo tengo algo ¿para que voy a investigar?, eso es para el que no tiene nada. Nací y rico y soy rico… Quiero decir, rico en ideas ¿para qué voy a buscar más?

 

Nos traen un café… mientras hablamos con el Maestro van pasando ante nuestros ojos múltiples bocetos, papelitos, retazos de papel y… las inevitables servilletas. En un cuarto de su casa / taller Vigas tiene, perfectamente organizados, los “abortos creativos” de muchos, muchos años. En este estudio también están algunos poemas que el Maestro ha escrito, y mil registros más de un valor incalculable, de allí pasamos al taller, en la planta baja de su casa.

 

Una galería de sus obras, expresión de su genialidad es lo que le aguarda al visitante, muy extenso para describirlo, basta decir que allí se siente una fuerza creadora. Recostados contra una pared están los cuadros de su más reciente exposición, su valor se estima en miles de dólares. En archivadores metálicos reposan decenas de obras ilegales, réplicas, falsificaciones de sus obras descubiertas por el mismo Vigas (el Maestro lleva un registro fiel de cuanto sale de su caballete).

 

En una esquina, encerrado entre cuadros, está un caballete con un lienzo apenas trazado, a sus pies una sillita de madera, casi desbaratada, y a modo de paleta, un pedestal empapado en mil colores de óleo. Son los únicas elementos que indican que en  aquel lugar  ”Vigas pinta Vigas”.

 

El artista
  • Nació en Valencia, estado Carabobo, el 4 de agosto de 1926, hijo del médico José de Jesús Vigas y Nieves Linares, descendiente de Arturo Michelena.
  • Su padre murió cuando él tenía diez años.
  • Es egresado de la Facultad de Medicina  de la UCV.
  • En 1952 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas con  Gran Bruja (Lagoven) y el Premio Arturo Michelena con Mujer Maternal (Ateneo de Valencia)
  • y se residenció en París hasta 1967.
  • En 1964 la Universidad de Carabobo edita una monografía sobre Vigas escrita por el crítico noruego Karl K. Ringström.
  • En 1971 trabajó en talleres de Portugal y Francia,  con tapices tejidos por artesanos de Toluca (México) y en España. Paralelamente ejecuta numerosas piezas en cerámica: relieves en placas de refractario y gres, moldes para platos, óxidos a la parafina bajo cubierta y otros.
  • Fue Director de la División de Arte del INCIBA entre 1971 y 1972.
  • A comienzos de 1972 viaja a Estados Unidos, desarrolla un conjunto de serigrafías.
  • De 1974 a 1975 forma parte de las Comisión Preparatoria y Organizadora del CONAC.
  • En 1976 es nombrado miembro de la Junta Asesora del Museo de Bellas Artes y de la Galería de Arte Nacional (GAN).
  • En 1978 forma parte del Comité Organizador del Primer Encuentro Iberoamericano de Críticos de Arte y Artistas Plásticos.
  •  En 1979 la GAN realiza una muestra antológica de su obra entre 1943 y 1977.
  •  En 1981 se exhiben en el Museo de Bellas Artes tapices diseñados por él, ejecutados en los talleres de St. Cyr (Francia).
  • En 1990 se publica un libro sobre su obra escrito por el crítico francés Gaston Dile y  el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber (MACCSI)  organiza una retrospectiva con más de doscientas obras entre pinturas, esculturas, tapices, cerámicas, joyas y artesanía. En ocasión de esta muestra la compañía Lagoven produce para su serie Cuadernos Lagoven el cortometraje dedicado a la vida y obra del artista Oswaldo Vigas: Renovación en el Origen.
  • En 1992 viaja a Mónaco y participa en el XXVI Premio Internacional de Arte Contemporáneo, donde recibe el Primer Premio con Crucifixión VII y recibe la “Médaille Vermeil” de la ciudad de Paris.
  • En 1993 en el Palacio de la Moneda de París se organiza la muestra Vigas desde 1952 hasta 1993, que reúne alrededor de ciento treinta y siete creaciones entre pinturas, guaches, esculturas, cerámicas y dibujos.
  • En 1995 expone en Tapicerías de hoy sobre muros de antaño (Francia y Tokio) un tapiz realizado para representar a Venezuela en los Juegos Panamericanos de 1982.
  • En 1996 la muestra Oswaldo Vigas: Un Hombre Americano se presenta en Casa de las Américas de La Habana con motivo del tercer aniversario de la Casa Simón Bolívar.
  • En 1999 es homenajeado en la séptima edición de Feria Internacional de Arte (FIA).
  • Ha  sido miembro del Consejo de Administración   de la Alianza Francesa en Caracas y  pepeado exposiciones para importantes museos de Francia.

La Fundación Galería de Arte Nacional (FGAN)  posee un significativo número de sus obras de 1957 a 1987.

 

 


CIUDAD UNIVERSITARIA DE CARACAS
"PATRIMONIO MUNDIAL" (UNESCO, 2000)

"La mejor garantía de conservación de los monumentos y de las obras de arte viene del afecto y respeto del pueblo, y ese respeto asienta sus bases en la educación y en el fomento de su conocimiento". (Carta de Atenas, 1931)