En el acto, el presidio estuvo conformado por el Rector José Vicente Sánchez Frank; el Vicerrector Académico Carlos Chacón Labrador; el Secretario Oscar Alí Medina; y los Decanos de Investigación y Postgrado, José Luis Rodríguez y Edgar Pernía respectivamente.

El Rector con el ceremonial de estilo y Secretario impusieron la distinción de Doctorado Honoris causa uno a uno a los homenajeados, la muceta doctoral, botón, medalla y el título. Previamente a cada otorgamiento se rescataron sus virtudes:

El diputado y reconocido historiador Walter Márquez fue el encargado de leer las virtudes del recipiendario para el caso de Alejo Hernández Acosta, señaló que llegando a Venezuela siendo prácticamente un niño, trabajó desde lo más humilde en el campo, y poco a poco se consolidó con los años como uno de los mayores agroproductores de Venezuela.

Puntualmente el diputado Márquez resaltó la humildad de Alejo Hernández, llegando a ser el mayor productor de rubros como leche, huevos y cebolla del país ha apoyado a los necesitados con donación de casas y becas estudiantiles, siendo formado en la universidad de la vida, siempre ha manifestado a los jóvenes “hay que estudiar mucho, hay que ser profesional”.

El Decano de Investigación de la Unet, José Luis Rodríguez exaltó las virtudes del profesor universitario Orlando Albornoz, inició resaltando la singularidad del contexto nacional en el que se desarrollaba el Acto Académico, una crisis que le imprimía valor al reconocimiento al trabajo y a la academia.

El Rector José Vicente Sánchez Frank leyó las virtudes de José Joaquín Villasmil, inició con los humildes orígenes del homenajeado en La Cañada del estado Zulia, una difícil situación económica no fue impedimento para que estudiara hasta llegar a la universidad para hoy por hoy ser uno de los más sobresalientes académicos venezolanos.

La destacada trayectoria del profesor Villasmil fue complementada por el Rector Sánchez Frank con aspectos de su vida, como su afinidad por escuchar música, lo que lo hace propietario de miles de discos entre vinil  y compactos, tiene desde gaitas zulianas hasta sinfonías de Beethoven. También habló sobre sus aportes en materia de responsabilidad social.

Intervenciones  

Rompiendo el protocolo, el profesor Orlando Albornoz encantó a los asistentes con una breve intervención, en medio de hechos y humor hizo una reflexión sobre la situación actual de la universidad venezolana, agradeciendo y destacando el reconocimiento que él y sus compañeros recibieron esa noche.

Albornoz señaló que la calidad de la educación universitaria se ha visto seriamente afectada por las limitaciones que tienen los docentes para investigar, los recursos literarios requieren de inversión para producir conocimiento. Aun así proyecta lo esperanzador del panorama por el talento humano, apuntando a que no “estamos perdidos”.

El orador de orden fue el ya Doctor Honoris Causa de la Unet, J.J. Villasmil, expresó: “¿Por qué este honor?… no sé las razones, pero se agradece, nosotros solo hacemos nuestra tareas con pasión y voluntad” señalando además que el trabajo debe hacerse con miras al fortalecimiento de la responsabilidad social.

J.J. Villasmil se refirió al papel de la academia venezolana en el tapete actual, afirmó que la calidad de la docencia y las actividades en la educación representan la mejor defensa  de la autonomía universitaria. La disertación académica fue complementada con el agradecimiento y referencia a su familia, la cual es su motor de vida.