- El Judo Ucevista on line:
A la memoria del Senseí - Víctor Julio Urbina Ortega
- 1952-1998
El Sudor
por el Dr. José Manuel Martín G.
El ser humano posee entre 2 y 5 millones de glándulas ECRINAS. Su función es enfriar el cuerpo eliminando el calor mediante evaporación del sudor. Además, estas glándulas contribuyen a humedecer las superficies cutáneas que se mantienen en contacto. Las glándulas sudoríparas (APOCRINAS), se encuentran en las axilas, el pubis, las areolas mamarias, el área genital y el cuero cabelludo. Están localizadas en la grasa que está debajo de la piel y desembocan en los folículos pilose-báceos. Estas glándulas segregan un fluido amarillento a partir de la pubertad en respuesta al estrés y a los estímulos sexuales.
Durante una competencia deportiva tanto la actividad muscular como el estrés generan una sudoración profusa. En las zonas de pliegue, como axilas, ingles, pliegues sub-glúteos, pliegues interdigitales, etc, el calor y la humedad convierten estas áreas en verdaderos paraísos tropicales para la proliferación de bacterias y hongos. La abundancia de estos gérmenes agregada a la secreción de las glándulas sebáceas producen un olor desagradable que en ocasiones provoca gran preocupación para el que lo sufre y para sus vecinos.
Como un atleta, dada su actividad no puede evitar la sudoración, la recomendación fundamental sería realizar un aseo personal minucioso, donde se incluya la utilización de jabones antisépticos de uso médico y realizarse lavados en las zonas críticas con soluciones alcalinas que evitan la proliferación de bacterias y hongos. Una forma sencilla de prepararlas es agregar a 1 litro de agua hervida o agua de manzanilla 2 cucharadas de bicarbonato de sodio, elementos que pueden conseguirse en cualquier expendio de medicinas.
La piel juega un papel fundamental en la termorregulación del organismo. En una persona que está practicando un deporte con intensa actividad muscular, tal como ocurre con un judoka, el calor que se genera en las vísceras y músculos es transferido a la circulación y debe ser eliminado a través de alguno de los mecanismos disipadores de calor, de los cuales el más importante es la SUDORACIÓN.