Discurso del Dr. Carlos Ciangherotti al recibir el Premio de la Fundación Caveme

 

Discurso Premio CAVEME 2013

29/11/2013

 

Dr. Carlos Ciangherotti

 

La integración no se limita a la simple acción de incorporarse o unirse a un todo para formar parte de él, también involucra a sus efectos y consecuencias. Existen varios ejemplos de integración bastante exitosos y gratificantes, tal es el caso de la integración deportiva de naciones, reflejada en los Juegos Olímpicos, la integración de médicos y personal de la salud y humanitario, reflejado en la cruz roja internacional o ejemplos más regionales como la integración de cultores de varias comunidades venezolanas, reflejado en los Diablos Danzantes del Corpus Christi (patrimonio cultural de la humanidad) e incluso integración multidisciplinaria de científicos, reflejado en el descubrimiento y en el desarrollo de medicamentos.  

 

No cabe duda, que el espíritu de nuestro grupo de investigación, está representado por la integración, no solo de investigadores, sino de ideas, de experiencias, de tecnología, de recursos y sobre todo de conocimientos. He aquí a este humilde grupo de profesionales enlazados por  “la casa que vence la sombra”, nuestra querida UCV y vinculados por vocación y por el deseo inmenso de contribuir con el descubrimiento de nuevos y valiosos blancos terapéuticos, así como también de novedosos medicamentos que tengan un gran impacto sobre salud pública.

 

Comenzando por dos ilustres miembros de la Farmacología Venezolana: la Dra. Anita Stern de Israel de la Unidad de Neuropéptidos y la Dra. Margarita Salazar-Bookaman de la Unidad de Cultivo Celular (nuestra querida decana de la Facultad de Farmacia), Seguido por los excelentes investigadores la Lic. Lourdes Perdomo y el Dr. Marco Álvarez del Instituto Anatómico “Jose Izquierdo” de la Escuela de Medicina Luis Razetti y por la destacada botánica la Lic. Giovannina Orsini del Herbario Ovalles de la Facultad de Farmacia. Para terminar con dos recientes integrantes de la farmacología del país: la Fctca. Ana María Maldonado y mi persona.

 

Pues aquí estamos afiliados, varios hijos de Razetti, de Rísquez, de De Venanzi, de Bianco, de Badillo  y de muchos otros líderes de la integración científica y cultural de la UCV, recibiendo este prestigioso Premio de la Fundación CAVEME, a la investigación Médica y Farmacéutica, con mucho jubilo y con un gran compromiso con la Institución Universitaria, con la Ciencia Venezolana y por supuesto con la Salud de este hermoso País. En este sentido continuaremos realizando investigaciones pertinentes y vinculadas con los mayores problemas de salud que aquejan a nuestra población.

 

El trabajo galardonado, no solo está dirigido a contrarrestar el daño inducido por la diabetes, nada más y nada menos, que la quinta causa de muerte en el país,  sino también a contribuir con la validación farmacológica de la medicina tradicional venezolana y persigue el establecimiento de modelos idóneos para el desarrollo de medicamentos en general.

 

Estos modelos se refieren tanto a animales con diabetes como a células renales en cultivo sometidas a altas concentraciones de glucosa, en donde evaluamos varios elementos de la señalización glucotóxica y la protección ejercida por el extracto de Ruellia tuberosa L, conocida popularmente como yuquilla. Esta especie forma parte de la extensa biodiversidad nacional y es utilizada en la medicina tradicional. Nuestros resultados establecen que esta planta es antioxidante, con efecto protector sobre el daño renal en la diabetes y sienta las bases para el desarrollo tecnológico, terapéutico y clínico de este potencial fitofármaco.

 

Pretendemos utilizar esta metodología para el descubrimiento de muchas otras sustancias de origen natural o sintético que puedan disminuir los efectos dañinos de la glucosa, tanto en el tejido renal como en otros tejidos susceptibles a esta dulce toxina. De esta manera alcanzar nuestro principal sueño: gozar de un medicamento innovador venezolano.

 

No puedo terminar sin dar gracias a la Fundación CAVEME y muy especialmente a su director,  Dr. Salvatore Pluchino,  por su extraordinaria labor al frente de esta institución. Cabe destacar que también podríamos decir que somos hijos de Pluchino, uno de los grandes forjadores de la farmacología, de la investigación y de la integración científica en Venezuela.

 

Estos breves momentos, me hacen pensar en un frase magnifica de Mario Benedetti: “Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo”

 

MUCHAS GRACIAS

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