El T. cruzi es una especie que presenta una gran diversidad genética y se reconoce la existencia de 6 genotipos distintos en el Continente Americano (identificados como TcI al TcVI), de los cuales 3 de ellos han podido ser identificados por nuestro grupo de investigación en Venezuela (Carrasco y cols. 2012). 

Según los resultados de nuestros estudios, de las personas con enfermedad de Chagas en Venezuela, el 80% aproximadamente se encuentran infectadas con el genotipo TcI de T. cruzi, mientras que el restante 20% se encuentra infectada con el genotipo TcIV, mostrando una correlación entre la severidad de la enfermedad en fase crónica y el genotipo de la cepa infectante de T. cruzi, siendo el TcI mas patógeno en comparación con el TcIV (Carrasco y cols. 2014). Uno de nuestros aportes es haber podido establecer un mapa de distribución geográfica de los diferentes genotipos de T. cruzi que circulan en Venezuela, en el cual se incluyen cepas obtenidas de humanos con infección aguda y crónica de la enfermedad, así como cepas obtenidas de diferentes animales domésticos y silvestres, además de diversas especies de insectos triatominos (chipos), que incluye especies de de importancia epidemiológica  y especies consideradas secundarias por ser de habitad silvestres.

Nuestro grupo de investigación ha venido realizando estudios sistemáticos de los diferentes ciclos de transmisión de T. cruzi (selváticos, domésticos y peridomésticos) en las regiones y Estados  Occidentales, Centrales y Orientales de Venezuela, incluyendo la región Centro Norte que abarca el Distrito Metropolitano de Caracas y los Estados La Guaira y Miranda. Esto nos ha permitido establecer un Banco de cepas y clones de T. cruzi, mantenidas bajo un sistema de crio-preservación en nitrógeno líquido, alcanzando hasta fecha la  cantidad de 5.000 muestras, las cuales son representativas de todo el territorio nacional.

Durante nuestros estudios también hemos obtenido cepas de Trypanosoma rangeli procedentes de humanos, de animales domésticos y silvestres, así como de triatominos (chipos) en diferentes estados de Venezuela. De igual manera,  hemos logrado obtener cepas de otros países de América Latina tales como Colombia, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y la isla de Aruba, que incluyen aislados de humanos, mamíferos silvestres y triatominos (chipos). Así mismo, a través del apoyo de Centros de investigaciones a nivel Nacional y en el Exterior, se han logrado obtener Cepas de Referencia Internacional.

Todo esto hace que el Banco Criogénico de cepas de T. cruzi y otros protozoarios, establecido en Instituto de Medicina Tropical, sea único en su tipo y constituye un patrimonio de la UCV, del País y de la humanidad,  Este banco de cepas representa un recurso genético y un acervo científico invalorable por contener muestras de parásitos obtenidos a lo largo de más de 30 años, con un potencial ilimitado para el estudio de la enfermedad de Chagas, posible desarrollo de blancos quimioterapéuticos, diseñar sistemas de diagnostico 100% sensibles y específicos, así como la posibilidad de establecer un protocolo de inmuno-protección e inmuno-terapia contra la enfermedad.

El equipo de investigación de la SEM, ha realizado durante varios años, actividades de campo en zonas Rurales y Agrícolas, consideradas endémicas para la enfermedad de Chagas,  ubicadas en los Estados Orientales, Centrales y Occidentales de Venezuela. En las comunidades atendidas se les ha hecho pesquisa para detectar la infección con T. cruzi, se han evaluado cardiológicamente a las personas infectadas y se les ha indicado tratamiento según su condición clínica y la edad. También se han hecho evaluaciones nutricionales en niños menores de 15 años y se les han realizado exámenes para determinar la presencia de parasitosis intestinal.

 

Se realiza el diagnóstico de infección con T. cruzi en las comunidades que atendemos mediante exámenes parasitológicos y moleculares orientando a las personas que resulten infectadas para que sean atendidas por cardiólogos especialistas en la enfermedad. Así mismo, en el Laboratorio se reciben los triatominos (chipos) que traen las personas al IMT, donde se identifica la especie de insecto, se examinan para detectar la presencia de parásitos y sangre en el tracto digestivo. Estos análisis permiten establecer el riesgo de infección en las personas que han sido picadas o entrado en contacto con el triatomino (chipo). Se lleva un registro sistemático anual y detallado de todos los triatominos que han sido traídos por los habitantes de la región Capital, Estados vecinos y otras regiones geográficas del país durante más de 16 años. Todos los especímenes se mantienen preservados bajo congelamiento para futuros estudios poblacionales, genéticos y filogenéticos de las especies de importancia epidemiológica para la enfermedad de Chagas.

 

En el laboratorio se han dirigido y realizado 3 tesis de Doctorado, 5 tesis de Maestría, 22 tesis de pregrado y dos trabajos de ascenso.